Actividad de febrero (2019)

El pasado domingo 10 febrero un grupo de 19 personas de edad entre 6 y 72 años procedentes de Almazora, Castellón, Meliana, Moncada, Museros, Paterna y Valencia, visitamos el hermoso término municipal de Bejís (y también un poco del de El Toro, a donde pertenece el caserío de El Molinar). En esta ocasión damos la bienvenida al grupo de Pobles Vius a varios y varias nuevas participantes: Inma, Paqui, Elena, Jesús, Blas; Maria Elena y Amparo con sus respectivas familias y a Don Mike, procedente de Dallas (Texas).

Comenzamos la jornada en la plaza principal de Bejís, con un café en el Bar Tren Pita, mientras otros cargaron embutido en la más que recomendable carnicería Escavia. Desde allí nos pusimos en marcha hacia nuestro primer destino, las aldeas de las Arteas, para realizar una bonita ruta en busca del agua de la vida. De camino pasamos por el histórico Acueducto de Los Arcos, declarado Monumento Nacional, así como por el yacimiento de ignitas (huellas de dinosarios, arcosaurios en este caso) triásicas de la Badina. En Arteas de Abajo pudimos admirar la arquitectura de la piedra seca como si se tratara de un museo al aire libre o una pequeña Vilafamés. En esta pequeña aldea construida casi íntegramente con el material disponible en el entorno inmediato, la roja arenisca conocida como rodeno, comenzó nuestra búsqueda del origen de esa agua que corre por el Río Canales para tributar pocos kilómetros río abajo en el Palancia, justo en el paraje donde se asienta la bejisera aldea de Ríos de Abajo. Tras pasar por la ermita de San Juan (s. XIII-XIV) y la plaza de la Era, llegamos a la fuente y el lavadero de la aldea, el conserva su tipología serrana tradicional con el techo construido a base de cañizo y vigas de madera. La Fuente del Gamellón surte a las aldeas de las Arteas de un agua de gran calidad, muy similar a la de la Fuente de los Cloticos. Abandonamos la aldea de Arteas de Abajo camino de la de Arriba a través de una senda de paso tradicional, siguiendo las indicaciones del señor Miguel, un auténtico artista local.

Ya en las Arteas de Arriba tuvimos la suerte de contar con el testimonio de Josep Lluis, el cual nos puso al día del movimiento ciudadano que ha conseguido frenar el proyecto de explotación minera de la zona y, quien sabe, si un futuro macrovertedero que se lleva tiempo gestando desde el área metropolitana de Valencia y que parece poner su mirada en los despoblados, baratos y electoralmente poco significativos parajes de las comarcas del interior. Enhorabuena por vuestra lucha y larga vida al paisaje bejisano.

Tras dejar la aldea de Arteas de Arriba pasamos por algún navajo, pequeña laguna de origen endorreico que tradicionalmente han sido utilizadas a modo de abrevadero para el ganado y que actualmente cumplen una función ecológica significativa como refugio de diversas especies de anfibios. Más adelante vimos otro navajo junto al camino, pero antes paramos en la Fuente-abrevadero del Gamellón. Allí pudimos ver cómo el agua, después de filtrarse y acumularse a través de la litología calcárea (dolomías y margas en este caso), aflora al llegar a los estratos arcillosos, impermeables. Esta fuente junto a otras como las del Colmenar, Matías o la Griba, alimentan pequeños barrancos que afluyen al Río Canales para tributar por su margen derecha al Palancia.

Justo antes de la comida en el Camping los Cloticos, visitamos, casi por error, las preciosas formaciones tobáceas (o quizá sean travertinos, confieso aquí mi analfabetismo geológico) que hay en lecho del Palancia, a la altura de la Fuente de los Cloticos. A esta generosa fuente, origen de la afamada Agua de Bejís, generadora de buena parte de la riqueza económica y empleo local en desde hace décadas, volveríamos al final de la jornada para llenar algunas garrafas y llevarnos un poquito esta pureza de las tierras del interior hacia a nuestras castigadas huertas litorales.

Tras la comida nos acercamos al cercano caserío de El Molinar, pequeña pedanía del municipio de El Toro situada justo en la margen izquierda del Río Palancia. Allí nos dimos un tiempo para callejear y disfrutar del silencio de este pequeño rincón lleno de encanto para después, reunidos todos en la era que hace las veces de plaza de la localidad, compartir y hacer balance de lo visto y vivido durante la jornada.

Agradecemos sinceramente la ayuda de Inma Lázaro, que nos acompañó como guía local, a su marido Néstor por compartir mesa y mantel y amenizar la sobremesa, al señor Miguel por enseñarnos el buen camino en las Arteas, a Josep Lluis por su aportación, al personal del restaurante del camping de Los Cloticos, en especial a Yolanda, por el buen servicio que nos dispensaron, así como al personal de la carnicería Escavia y el bar Tren Pita que dieron buena muestra del acogedor carácter bejisano.

TESTIMONIOS PARTICIPANTES:

Amparo:

Yo me quedo con la fuerza que me llega del fluir del agua y la calma que brota en mí al escuchar su fluir. En esta salida, resalto la presencia de Juan Antonio en mí, su presencia en el silencio, en el camino recorrido en silencio. -Amparo-

Lo que hace que el viaje de senderismo sea excelente es, ante todo, la Madre Naturaleza, que revela muchos de sus secretos, formas y colores que se despliegan frente a nuestros ojos curiosos y hambrientos por ver la belleza. Con cuánta frecuencia, en nuestra vida diaria simplemente pasamos por “tesoros” de la naturaleza sin verlos, ya sea una flor silvestre que se enorgullece al levantar sus pétalos de la maleza; o un escenario más grande donde la luz y las sombras agregan un nuevo significado y, a menudo, una dimensión celestial a ese paisaje que, a primera vista, a ese ojo inconsciente pareciera plano, sin alma … Y eso fue lo que ayer, a pesar del cielo nublado, pudimos descubrir durante nuestra caminata aventurera en Bejis.

Pero la segunda parte de una gran experiencia de senderismo es la compañía de amigos con quienes compartimos el día. Gracias a todos, con la esperanza de que en las fotografías que os comparto encontremos algo que permanezca más profundo en nuestra memoria. Nos vemos la próxima vez. -George-